La Trata de Personas es un problema social en todo el mundo y si bien tiene un origen muy antiguo, que comenzó a reconocerse a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en donde se enunciaba como “Trata de Blancas”; que se daba separando a mujeres y/o niñas de sus lugares de origen y comerciadas como mano de obra, servidumbre y/o como objetos sexuales.
Dio pie a la creación de diversos tratados dentro de la Organización de las Naciones Unidas; un ejemplo de ello es el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución en 1949.
Desgraciadamente al paso de los años el fenómeno no ha desaparecido por el contrario se ha encrudecido con índices de aumento y también se ha dejado de emplearse el término “Trata de blancas” ya que no solo se comete dicho delito con fines de explotación sexual sino también encontramos, los casos de explotación laboral o de extirpación y/o comercialización de órganos, tejido o de sus componentes de una persona víctima de trata; por mencionar algunas de sus modalidades.
Por lo tanto la Trata de personas al tener un sinnúmero de modalidades también deja de ser exclusivo de un género o edad o grupo social o nacionalidad.